Continente re-encontrado
Romina Verónica Lapi
¿Por qué elegir la
canción Latinoamérica, de entre todas las obras artísticas producidas en el
continente, para analizar la búsqueda de una identidad cultural? Porque denota
la importancia de la cultura en la formación de la consciencia de un pueblo y,
además, porque forma parte de una obra a la que nadie tiene restringido el
acceso.
Toda obra
latinoamericana, producto de sus raíces, lleva dentro de sí parte de una
herencia europea. La colonización del continente constituye un proceso que
marcó profundamente la vida en estas tierras en todos sus aspectos, incluyendo
la cultura, y forjó su destino.
Toledo Micó, Pupo y
Bertolí Velázquez sostienen que en esa búsqueda de la identidad cultural, los
pueblos pondrán importancia a aquello que los identifique y no a la buscada
semejanza con los modelos dominantes europeos. Si escuchamos atentamente la
letra de la canción podemos observar que ya no es una visión europeísta la que
tenemos frente a nosotros. Muy por el contrario, y característico del grupo
autor, se trata de una visión propia que hace frente y denuncia el pasado pero
sin perder de vista la transformación que produce. “No puedes comprar mi vida,
mi tierra no se vende”, reza.
En este sentido, no
podemos negar la influencia europea, influencia que ha sido asimilada y
posteriormente, con el correr del tiempo, transformada gradualmente para
devenir, con cierto grado de autonomía, en una consciencia propia. [1]
Volvamos al inicio.
La cultura es primordial en la formación de consciencia de un pueblo. La
cultura, en cualquiera de sus formas, es el modo de expresión que tienen las
personas frente a aquello que les acontece. De este modo, es válida la
propuesta de Rotondo de promover las industrias culturales nacionales pues si
no tenemos cultura no tenemos consciencia del pueblo al que pertenecemos.
En contraposición,
Bourdieu afirma que en el mercado no hay cultura. Estamos en posición de
afirmar que esto no es así. La canción Latinoamérica que veníamos analizando
pertenece al mercado y no por ello a dejado de representar a los pueblos de
estas tierras, no por ello a dejado de ser cultura. Además, ¿qué no pertenece
hoy al mercado?
En fin, la cultura es
la que permite el desarrollo de consciencia de un pueblo. En ella se verán
plasmadas todas las vetas de su pasado, tal como se pueden ver los añillos de
vida en el tronco de un árbol. Esto, lejos de ser desdeñable, debe ser
celebrado pues constituye el crecimiento de ese pueblo, y deben ser los Estados
los encargados de que ese desarrollo sea viable.
[1] Toledo Micó,
Ruddy; Silvia Pupo, Mercedes y Bertolí Velázquez, Beatriz: “El arte como
expresión de la identidad cultural en América Latina”, en el Sitio Web
Enfocarte. Arte y comunicación en Red, Letras, Pensamiento. Nº 24.
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